La vida útil de una cuerda puede ser muy variable, depende de su frecuencia y tipo de uso, del cuidado que se tenga con ella, de sus condiciones de almacenaje, etc. Las cuerdas pueden sufrir desperfectos, ya sea por su uso o por las condiciones climáticas.
Una cuerda debe retirarse a los 12 años a partir de la fecha de fabricación, aunque no se haya utilizado y aparentemente tenga buen aspecto.